lunes, 20 de mayo de 2013

Así, así de fuerte.

Esa sensación al pasar a su lado, a pocos centímetros de su piel, ese cosquilleo suave y breve, que te paraliza, que te hace sentir esas "mariposas" en el estomago, yo, no sé si son mariposas, mastodontes quizás, porque me revuelven todo el cuerpo como si de un terremoto se trata.

Esas ganas de darle sólo un abrazo y no poder, no poder por miedo, no poder por ataduras, cadenas creadas por mí mismo, quizás sea lo mejor, o no, ¿quién sabe?

Esa forma de mirar única que tiene, esos ojos penetrantes que al verlos te dejan perplejo, que al verlos te muestra quién y cómo eres.

Esa sonrisa que te guía hacia la felicidad, sí, su sonrisa, una curva estratégicamente diseñada para alegrar cada uno de tus días, horas, minutos, segundos.. todo.

Su sinceridad y su forma de ser, su manera de comportarse en cada momento, su fuerza, esa fuerza que más de un luchador desearía, esa fuerza que sólo ella posee.

Su forma incondicional de ayudar a los demás, de hacer que todos a su alrededor se sientan a gusto, felices, con sólo su presencia.

¿Cómo poder decirle todo ésto? ¿Cómo puedo obtener la fuerza para decirle hasta lo mínimo? Sólo basta un instante, y los días están llenos de ellos, pero las oportunidades pasan y el tiempo vuela.

Todo ese sentimiento es intenso, escala rascacielos, y es así, así de fuerte.