miércoles, 8 de enero de 2014

'Sonríe amiga, sonríe.'

Hablemos de una amiga, una amiga especial, un caso muy particular y peculiar, no sé si me llegaré a explicar mediante palabras pero yo lo intento.

Lo curioso es que no la conozco, pero no veo el momento de hacerlo. Hablé por primera vez con ella por Twitter, me llamó mucho la atención su cuenta y las cosas tan profundas que decía, sí. Poco después, hablábamos de manera más fluida por mensajes directos y ahí empezó a haber aspectos comunes y buena relación.

Llegamos a hablar de manera más frecuente a medida que pasó el tiempo, no sé, se puede decir que había llegado un punto el cual había mucha confianza.

Lo curioso de todo esto, y de todo este tiempo es que; con ella aprendí muchas cosas pero, aprendí una que me da impotencia a la vez que me llama la atención lo curioso que es esa sensación, ¿cuál es? Echar de menos a alguien al que no has conocido o has tenido a tu lado físicamente, y ella, aunque no nos conozcamos, es de mis mejores amigas y de las personas más importantes de mi vida, sinceramente.

Por cada "buenas días" y cada "buenas noches" amiga, un sonríe al final como seña y tradición, por ti.

Gracias por haberme dado el lujo de hablar contigo y seguir aquí conmigo, espero que llegue el día que pueda conocerte y darte ese abrazo tan cálido e increíble que te debo, y no sólo uno eh.

Te quiero mucho, Silvia.

Sonríe, recuérdalo amiga.
:)

jueves, 2 de enero de 2014

Sensaciones.

Un desgarro en el cielo repentino, una melodía erótica que traiga consigo ese cosquilleo general por todo el cuerpo, una fría gota de agua que roze levemente la espalda, un guiño de ojo seguido de una sonrisa, una media vuelta y un abrazo sin motivos pero sincero, el tacto de una piel cálida, el leve tacto de una pluma por sus mejillas, una sonrisa tímida salida de nada que lo dice todo, un pequeño susurro con palabras como cadenas seguidas de un 'te quiero' al oído, un par de corazones latiendo al son de un ritmo discontinuo que ambos empezaron, la mordedura al labio, leves roces, pequeños gestos, miradas cómplices, testigos de un acto que sólo ambos desean con su otra mitad.

Son sólo palabras, a la hora de la verdad, quedan las sensaciones.